![]() |
Yunia Lores / El anónimo se desdibuja / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / El conjuro de las locas salvajes / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / El pálido desvelo de la amada / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / La rabia lúgubre de una queja Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / Clamores temblorosos / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / Misterioso abismo en penetración / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / El grito sordo del vació / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / Armonía reveladora / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / Príncipe en verde. Versión 2 / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
![]() |
Yunia Lores / La siniestra calma de mi tumba / Óleo sobre Lienzo / 2000 |
LA NOBLE NIEBLA DEL VACIÓ
Periódico " La Luz “, 6 Mayo del 2000, Holguín, Cuba
Por Diana Rosa Pupo. Critico de Artes Plásticas.
Hace apenas tres años, Eduardo Verdecia y Yunia Lores iniciaron el rumbo de sus indagaciones con un desmesurado guión, cuya visualidad asombro por la dislocación derivada de la violencia, la auto-referencialidad y el objetivo de estructurar un discurso barroco, modelado desde una óptica carnavalesca y de pluralidad de inquietudes.
Yunia supo lograr el protagonismo de la mujer artista, nos acostumbro a su comportamiento desmedido sin ponerle frenos a sus sueños, recuerdos o experiencias personales, dramatizadas de tal forma que la agresividad de sus acciones provocaba el rechazo.
La crueldad de la tragedia y el impacto emocional la ubicaban al borde del equilibrio. Todo parecía indicar que su espíritu ansioso no tendría fin. Nos hallábamos ante un discurso intimista y extravagante donde todo objeto estaba conectado a un acto de crueldad y autocomplacencia, en un mundo sangriento y morboso. Era un acto de liberación y rebeldía, jugaba con lo putrefacto, lo hiriente e incisivo o todo aquello que dejara una huella y desequilibrara la mente. Yunia impresiono con las escenas sadomasoquistas oscuras e inesperadas, más contundentes que sus colegas masculinos.
Eduardo se dio a conocer como un paranoico autorretratado en aislamiento, contradictorio, rebelde y atormentado dentro de su cultura regional, amplificando las micro historias personales y desilusiones cotidianas, convertido en el blanco de todas las peligrosas descargas. Su proyección ecléctica y enajenada lo condujo a maniobrar continuamente en torno a la preponderancia del símbolo y la crudeza de sus valoraciones.
Ahora, acorde con el de devenir histórico, propicio para el desarrollo de una ética de la simulación como fenómeno socialmente aceptado, mucho más coherente con los cambios de estrategia adoptados en las nuevas circunstancias, Eduardo y Yunia prefieren no excederse, recrear las imágenes y trabajar mas el hecho pictórico para negar la etapa precedente sin rozar la insatisfacción y el escándalo ante el cínico devenir de la civilización.
Centro Provincial de Arte. 6 de Mayo del 2000, Holguín, Cuba
Copyright © 2000 www.yunialores.com
Todos
los derechos reservados
No comments:
Post a Comment